Cuando las soluciones aparentes no son la solución:
La Nueva Teoría del Cambio Profundo afirma que un futuro sostenible depende de
transformar los supuestos y las estructuras que subyacen a las crisis globales actuales.
Ante el aumento de las desigualdades y la intensificación de múltiples crisis, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, un nuevo informe de las Naciones Unidas presenta un enfoque audaz para conseguir el cambio.
El informe de “Riesgos de Desastres Interconectados 2025: Una nueva página” publicado por el Instituto para el Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas UNU(-EHS por sus siglas en inglés), pasa de diagnosticar los problemas a trazar soluciones.
Establece que muchas de las soluciones actuales son simplemente ajustes superficiales. Para crear un cambio duradero, es necesario cuestionar las estructuras sociales y las maneras de pensar que han perpetuado los retos y crisis que hoy enfrentamos.
«La sociedad se encuentra en un momento crucial», afirma la Profesora Dr. Shen Xiaomeng, directora del UNU-EHS. «Durante años, los científicos nos han advertido del daño que estamos causando a nuestro planeta y de cómo detenerlo. Pero no estamos tomando medidas significativas. Sabemos que el cambio climático está empeorando, pero el consumo de combustibles fósiles sigue batiendo récords. Ya tenemos una crisis de residuos, pero se prevé que los residuos domésticos se dupliquen de aquí a 2050. Una y otra vez vemos el peligro, pero seguimos avanzando hacia él. En muchos casos, nos acercamos al abismo con los ojos bien abiertos, sabemos cómo dar la vuelta, y sin embargo seguimos caminando como si no lo viéramos. ¿Por qué lo hacemos?».
Para responder a esta pregunta, el informe ofrece un análisis holístico de lo que subyace en las acciones humanas y de cómo puede lograrse un cambio verdadero. También proporciona ejemplos reales de cambios positivos que se han realizado en diversas partes del mundo y que pueden servir de modelo y fuente de inspiración.
La teoría del cambio profundo
La edición anterior del informe Riesgos de Desastres Interconectados, ya advertía sobre los irreversibles puntos de quiebre de riesgo, y este año los autores han retomado el tema desarrollando un camino a seguir: La Teoría del Cambio Profundo (ToDC por sus siglas en inglés).
Esta teoría examina los problemas que experimenta el mundo actualmente y se adentra hasta sus causas más profundas, identificando las estructuras y supuestos que prevalecen en la sociedad y que permiten que esos problemas persistan. Por ejemplo, cuando un río está tan saturado de residuos plásticos hasta el punto de provocar inundaciones desastrosas, la gente puede criticar el sistema de gestión de residuos y exigir que se recicle más. Sin embargo, la Teoría del Cambio Profundo va más allá: primero identifica las estructuras que permiten que los residuos se acumulen, como los artículos de un solo uso o los sistemas de producción masiva. Luego profundiza en los supuestos que Ilevaron a la creación de esos sistemas y que incentivan a la gente a mantenerlos, como creer que «lo nuevo es mejor» o que la producción y el consumo de materiales es un signo de progreso.
El cambio empieza en las raíces
Los científicos relacionan su modelo con un árbol, en el que los resultados visibles son los frutos, pero los verdaderos problemas están en las raíces: Las raíces podridas producen frutos podridos.
El verdadero cambio, subraya el informe, empieza en las raíces. Si no se replantean los valores y las mentalidades que sustentan estos sistemas, los propios sistemas nunca cambiarán. Intervenciones como el reciclaje o la conservación seguirán siendo inadecuadas porque son soluciones superficiales que no abordan las causas profundas de los residuos y la pérdida de la biodiversidad. La sociedad no puede librarse de la crisis del plástico reciclando sin preguntarse por qué se producen tantos residuos plásticos en primer Iugar.
Caitlin Eberle, autora principal del informe, señala: «Hay muchas personas que intentan cambiar el mundo buscando que sea mejor. Pero intentar hacer lo correcto puede parecer un reto imposible, y cuando sentimos que las cosas no van en la dirección correcta, es fácil sentirse derrotado. Nuestro informe muestra que muchas de las acciones que emprendemos, por bienintencionadas que sean, no funcionarán mientras haya todo un sistema trabajando en nuestra contra. Tenemos que profundizar, imaginar el mundo en el que queremos vivir y cambiar las estructuras para que se ajusten a esa visión».
Reconocer e ir más allá de las soluciones superficiales
La geoingeniería solar es un ejemplo citado en el informe de cómo no abordar las raíces profundas de un problema puede causar riesgos aún mayores. En la actualidad, existe un interés creciente por la investigación y el despliegue de tecnologías de geoingeniería solar, como la pulverización de aerosoles en la estratosfera terrestre para reflejar la Iuz solar de vuelta al espacio y reducir las temperaturas medias globales. Aclamado como una solución para el cambio climático, este enfoque podría tener impactos impredecibles en los patrones climáticos de todo el planeta.
Pero, además, vista a través de la lente de la Teoría del Cambio Profundo, la geoingeniería solar es también un intento que deja el sistema actual en su sitio, en Iugar de comprometerse con la solución real. AI abordar las consecuencias negativas de las acciones humanas (calentamiento global), en Iugar de las propias acciones (la quema de combustibles fósiles), se trata de una solución superficial. Además, cuando es ejecutada por gobiernos o empresas individuales, es también un ejemplo de una decisión unilateral tomada en una parte del mundo que podría tener consecuencias de largo alcance en otras partes.
Cinco cambios profundos
El informe destaca cinco áreas en las que se necesitan urgentemente cambios sistémicos profundos:
- Repensar los residuos: De la basura al tesoro
- Realinearse con la naturaleza: De la separación a la armonía
- Reconsiderar la responsabilidad: Del “yo» al “nosotros»
- Reimaginar el futuro: De segundos a siglos
- Redefinir el valor: De la riqueza económica a la salud planetaria.
Palancas: El impulso para cambiar
Para crear un cambio verdaderamente profundo, la Teoría del Cambio Profundo reconoce dos tipos de «palancas” que pueden utilizarse para efectuar cambios: palancas internas y externas. Aunque es posible empezar con un solo tipo, ambas son necesarias para crear un cambio duradero.
- Palancas internas: Son las formas en que podemos cambiar los supuestos actuales de nuestros sistemas. Incluyen cambios de paradigma o de mentalidad que permiten redefinir los límites de lo posible.
- Palancas externas: Traducen los nuevos objetivos de un sistema en estructuras prácticas para producir resultados más positivos. Implican cambios en la política, las instituciones o la educación, por ejemplo.
En cuanto al ejemplo de la geoingeniería solar, una palanca interna cambiaría los supuestos de priorizar el interés propio a vernos como personas responsables que se preocupan por la comunidad mundial. Las palancas externas también pueden servir para crear estructuras de gobernanza internacional y compromisos de colaboración para resolver los problemas mundiales. Ambas son necesarias en combinación para crear un cambio profundo que perdure y dé Iugar a un futuro mejor.
Superar los obstáculos al cambio
El informe reconoce importantes retos para el cambio, como el Ilamado en inglés «Delta of Doom»: incluso cuando las soluciones están claras y el cambio ya está en marcha, la ejecución puede verse paralizada por conflictos de intereses, el miedo, y la inercia sistémica. Esto puede describir muy bien los fuertes vientos en contra de una acción significativa que vemos hoy en día.
La clave para superarlos reside en reconocer que el cambio positivo puede producirse y, de hecho, se produce todos los días. Los sistemas pueden cambiar porque están creados por los seres humanos.
«El cambio puede ser incómodo, pero retroceder no resolverá los retos de un mundo en rápida evolución», afirma Zita Sebesvari, otra de las autoras principales del informe. «Este informe no trata sólo de evitar desastres, sino de liberarnos de la mentalidad de limitarnos a mitigar los daños. Nos limitamos a nosotros mismos cuando nos centramos únicamente en prevenir lo peor, en Iugar de esforzarnos por conseguir lo mejor. Abordando las causas profundas de los problemas, fomentando la cooperación global y creyendo en nuestro poder colectivo, podemos dar forma a un mundo en el que las generaciones futuras no sólo sobrevivan, sino que prosperen. Es hora de pensar diferente y, en última instancia, empezar una nueva página».
Más información sobre los cinco grandes cambios
- Repensar los residuos: El modelo mundial de «tomar-hacer-desechar» es insostenible y genera 2.000 millones de toneladas de residuos domésticos al año, suficientes para llenar una línea de contenedores marítimos que dieran 25 vueltas al ecuador. El informe propone un replanteamiento del concepto de «residuo» y el paso a una economía circular que dé prioridad a la durabilidad, la reparación y la reutilización. Kamikatsu (Japón) se destaca como modelo de éxito, un pueblo que ha adoptado estrategias circulares como el compostaje, el upcycling, los intercambios de ropa y la separación de residuos, y que ha logrado una tasa de reciclaje cuatro veces superior a la media de Japón. El informe advierte de que no mantener los recursos en uso también puede afectar su disponibilidad en el futuro. El litio, que se utiliza en las baterías de artículos recargables como los teléfonos, se extrae en grandes cantidades, pero rara vez se reutiliza. Actualmente se calcula que las reservas de litio se agotarán en torno a 2050. AI mismo tiempo, se prevé que más del 75% del litio extraído hasta 2050 acabará en la basura. Estamos agotando las reservas de litio mientras dejamos que el litio que ya está en uso se desperdicie.
- Realinearse con la naturaleza: La humanidad debe dejar de verse a sí misma como separada y superior a la naturaleza. Los humanos han intentado controlar los procesos naturales en Iugar de coexistir con ellos, pero siglos de explotación han llevado a la deforestación, la extinción de especies y el colapso de los ecosistemas. Destruir la naturaleza acaba con algunos de los recursos más preciados para la supervivencia humana, como el aire y el agua limpios, los alimentos o los materiales utilizados para construir refugios. Un ejemplo del informe es la canalización de los ríos, un proceso que los altera para que fluyan en línea recta, con el fin de mejorar la navegabilidad, crear más tierras agrícolas o proteger las ciudades de las inundaciones. En la década de 1960, el río Kissimmee de Florida (EE.UU.) fue canalizado, secando unos 160 kilómetros cuadrados de humedales y provocando una disminución masiva de especies. Aunque la canalización suele hacerse para reducir las inundaciones en una zona, a menudo termina empeorando las inundaciones para las comunidades situadas aguas abajo. abajo. Pero el río Kissimmee también es un ejemplo positivo: actualmente en proceso de restauración, las especies de los humedales han regresado, se han restablecido los corredores para que panteras y osos puedan moverse a través del Estado, y los humedales vuelven a servir de esponja, almacenando miles de millones de galones de agua para ayudar a prevenir inundaciones durante las tormentas, algo especialmente importante a medida que los huracanes se hacen más frecuentes y severos en la zona.
- Reconsiderar la responsabilidad: El mundo es un hogar compartido por más de 8.000 millones de personas, pero los recursos y las oportunidades están desigualmente distribuidos. Esta disparidad se extiende también a las emisiones de gases de efecto invernadero y cómo se sienten los impactos del cambio climático en diferentes partes del mundo. Las naciones y los individuos más ricos contribuyen de forma desproporcionada a las emisiones, mientras que los más pobres se Ilevan la peor parte de los desastres relacionados al cambio climático. Un ejemplo destacado en el informe es la compensación de carbono, con la que los países ricos evitan objetivos climáticos ambiciosos, compensando sus propias emisiones mediante la plantación de árboles en otras partes del mundo, trasladando así también los efectos negativos a esos otros países («colonialismo del carbono»). El informe pide que se pase del individualismo y el unilateralismo a la responsabilidad colectiva mundial, abogando por una visión multilateral del futuro.
- Reimaginar el futuro: El pensamiento a corto plazo -el problema del «presentismo»- domina la toma de decisiones. Como la sociedad tiende a centrarse en el aquí y ahora, a menudo trasladamos la responsabilidad a las generaciones futuras. Las personas que viven hoy determinan las condiciones de los trillones de personas que están por nacer y, en muchos aspectos, estaremos dejando a las generaciones futuras un mundo con más retos en Iugar de prepararlas para el éxito. Un ejemplo destacado en el informe son los residuos nucleares. Aunque algunos ven la energía nuclear como una alternativa limpia y sostenible a los combustibles fósiles, también produce residuos radiactivos con una vida útil de más de 100.000 años. En la actualidad, la humanidad no ha encontrado la forma de eliminar adecuadamente estos residuos tóxicos, por lo que la mayoría de las veces se depositan en lugares de almacenamiento temporal, lo cual plantean riesgos de contención, con la esperanza de que las generaciones futuras resuelvan el problema. El informe incita a pensar a largo plazo, por ejemplo, institucionalizando la visión de futuro en la elaboración de políticas.
- Redefinir el valor: El mundo es cada vez más rico, con un PIB mundial en aumento, pero más riqueza global no equivale a más prosperidad y bienestar globales. Los beneficios no se reparten equitativamente y la salud planetaria está empeorando. El informe revela un desequilibrio de valores en el que el valor económico suele anteponerse a otros valores. Un ejemplo citado son los bosques, que sustentan la biodiversidad, así como la salud y el bienestar humano. Sin embargo, en algunos lugares, las tierras deforestadas se valoran hasta 7,5 veces más que las forestales, lo que provoca una fuerte presión económica sobre los bosques y la deforestación. Un enfoque limitado al valor monetario alimenta la desigualdad y la degradación medioambiental y pone a prueba los límites planetarios. El informe cita modelos alternativos como el Índice de Felicidad Nacional Bruta de Bután, que prioriza el bienestar y el equilibrio ecológico sobre el crecimiento económico.
En cifras
Repensar los residuos:
- 2.OOO millones: Toneladas de residuos domésticos producidos anualmente
- 95% menos: Energía necesaria para producir aluminio reciclado en comparación con la producción primaria
- 7,4 millones: Toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero ahorradas anualmente en el Reino Unido al mantener los residuos orgánicos fuera de los vertederos
Realinearse con la naturaleza:
- 1 millón: Especies de plantas y animales en peligro de extinción
- 95%: Terrenos alterados por actividades humanas
- 25.OOO: Kilómetros de ríos que se prevé restaurar para que fluyan libremente en Europa de aquí a 2030
Reconsiderar la responsabilidad:
- 75%: Pérdidas relativas a los ingresos debidas al cambio climático sufridas por la mitad más pobre de la población, a pesar de ser responsables de sólo el 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero
- 98%: Disminución de las sustancias que agotan la capa de ozono desde la promulgación del Protocolo de Montreal
- 8,2 millones: Personas que comparten el planeta Tierra como hogar
- 30%: De las reservas de minerales esenciales para la fabricación y la tecnología mundiales se encuentran en el África subsahariana, y sin embargo más del 30% de la población local sufre pobreza severa
- 1,3 millones: Muertes por COVID-19 en todo el mundo que podrían haberse evitado con una cobertura de vacunas equitativa
Reimaginar el futuro:
- 6,75 trillones: Número previsto de nacimientos en los próximos 50.000 años.
- 7 generaciones: La ventana de impacto mínima considerada en el principio de toma de decisiones de la Confederación Haudenosaunee
- 659.000 millones de dólares: Inversión mundial en energías renovables en 2023, una cifra récord
Redefinir el valor:
- 1OO trillones de dólares: PIB mundial en 2022, frente a los 4,5 billones de dólares de 1973
- 1O%: Proporción de la población mundial que posee el 76% de toda la riqueza
Algunos ejemplos de éxito probado: el cambio es posible
Además de los ejemplos señalados anteriormente, el informe destaca muchas iniciativas mundiales y nacionales en las que la sociedad ha conseguido introducir cambios profundos positivos, entre ellas:
- Ley USB-C: En 2022 la UE aprobó una Iey que obliga a todos los aparatos electrónicos portátiles a utilizar puertos de carga USB-C para reducir los residuos electrónicos
- Centro de Basura Cero de Kamikatsu: Un centro d actividades de basura cero en la ciudad de Kamikatsu (Japón) que le permitió alcanzar una tasa de reciclaje del 80%
- Conservación de las turberas del Reino Unido: Una solución basada en la naturaleza que beneficia tanto a los ecosistemas como a las comunidades
- Jurisprudencia de la Tierra: En 2008, la Constitución de Ecuador estableció derechos exigibles de la Pachamama, o Madre Tierra. En este marco, un tribunal dictaminó que las inundaciones causadas por el vertido de escombros de construcción en el río Vilcabamba violaban los derechos de la naturaleza, ordenando la retirada de los escombros para restablecer el derecho del río a fluir libremente.
- Protocolo de Montreal: Logró revertir el agotamiento de la capa de ozono mediante una acción mundial coordinada
- Fundación Aborigen del Carbono: Marco dirigido por indígenas para suministrar créditos de carbono
- El Comité para el Futuro de Finlandia asesora sobre políticas con repercusiones multigeneracionales
- Bóveda mundial de semillas de Svalbard: Proteger la biodiversidad para las generaciones futuras
- Prescripciones verdes: En países como Canadá, Nueva Zelanda y Japón, los médicos dan «prescripciones verdes» para promover la salud pasando tiempo en la naturaleza, reconociendo los diversos valores que ésta proporciona.
- Índice de Felicidad Nacional Bruta de Bután prioriza el bienestar y el equilibrio ecológico sobre el crecimiento económico
- El tabaquismo: Ejemplo de un gran cambio social en el que el cambio de mentalidad y la normativa se han unido para reducir drásticamente un comportamiento poco saludable
Acerca del Informe sobre riesgos de desastres interconectados (#InterconnectedRisks)
El informe de “Riesgos de Desastres Interconectados” es un informe de base científica diseñado para ser accesible al público en general. Publicado por primera vez en 2021, tiene un enfoque temático diferente en cada edición, con el objetivo de arrojar Iuz sobre las interconexiones que están en la raíz de los desafíos globales actuales, así como sobre las soluciones. Basado en un
exhaustivo análisis científico, incluye informes técnicos de fondo para cada uno de los casos que trata en el informe principal, este año para cada uno de los cinco cambios destacados.
El informe principal, los informes técnicos y el resumen ejecutivo, junto con otros recursos multimedia, están disponibles en https://interconnectedrisks.oro/
Acerca del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS)
El Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS) se creó en 2003 en Bonn (Alemania). El instituto Ileva a cabo trabajos de investigación centrados en el fomento de la seguridad y el bienestar humanos abordando los riesgos presentes y futuros derivados de los peligros medioambientales y el cambio climático. Sus principales áreas de trabajo son el riesgo y la adaptación, y la transformación. Además de su labor de investigación, UNU-EHS ofrece oportunidades de formación a nivel de máster y acoge varios proyectos internacionales de doctorado y cursos de desarrollo de capacidades en cuestiones relacionadas a riesgos medioambientales globales y desarrollo sostenible. Más información sobre UNU-EHS en: https://unu.edu/ehs.
Puedes seguir al instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas en las redes sociales: @UNUEHS