El panorama general del alojamiento en el mundo y en Europa presenta grandes diferencias en función de la situación a la que están expuestas las personas pertenecientes a los países en vías de desarrollo, países ricos, y países inmersos en diferentes situaciones de confrontación bélica o de abusos constantes a los derechos humanos.
La falta de viviendas adaptadas y de calidad se ha convertido en uno de los problemas más importantes en todo el mundo. La ONU llamó la atención sobre el rápido crecimiento de las urbes, especialmente en los países en desarrollo y cuya expansión es por lo general desordenada. En ese sentido, subrayó que una cuarta parte de los habitantes de las urbes vive en barrios marginales, a la vez que los pobres afrontan condiciones precarias caracterizadas por la falta de servicios y espacios adecuados de vivienda.
La Comisión Europea en la misma línea del alojamiento de carácter asistencial ha puesto en marcha una serie de proyectos de ayuda de emergencia para ayuda a los refugiados, algunos de ellos con la Asociación ACNUR. Esto incluye la puesta en marcha del programa emblemático de “Ayuda de emergencia a la integración y el alojamiento” para ayudar a los refugiados y a sus familias a alquilar viviendas urbanas y ofrecerles ayuda en efecto. Se ha intentado crear una red de seguridad social básica para todos los refugiados, con el fin de satisfacer a los refugiados sus necesidades básicas de manera digna.
Esto ha supuesto un cambio respecto a anteriores proyectos humanitarios que proporcionaban principalmente apoyo para el alojamiento en campamentos y les abastecía directamente. Pero como sabemos, todas estas medidas puestas por la UE, no han colmado las aspiraciones de muchos de refugiados que han visto pese a las promesas de los Estados miembros, no se han producido la efectividad de los alojamientos prometidos por los Estados.