La educación sea quizá uno de los mayores desafíos que tenemos, ya que de ella depende en gran medida la consecución de los demás objetivos que actualmente tiene nuestra sociedad. Como afrontar con rigor una educación adecuada es por tanto clave para ello.
La UNESCO considera que la educación es un derecho humano para todos, a lo largo de toda la vida, y que el acceso a la instrucción debe ir acompañado de la calidad. La UNESCO es la única organización de las Naciones Unidas que dispone de un mandato para abarcar todos los aspectos de la educación. De hecho, se le confió la coordinación de la Agenda de Educación Mundial 2030 en el marco del “Objetivo de Desarrollo Sostenible-4), siendo la hoja de ruta para la consecución de este objetivo el “Marco de Acción de Educación 2030).
La educación transforma vidas y ocupa el centro mismo de la misión de la UNESCO, consistente en consolidar la paz, erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible. La educación es un instrumento al servicio del desarrollo que afecta a todos los indicadores clave del progreso económico y social, que puede incidir claramente en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Las estadísticas relacionas con esta materia varían considerablemente de unos países a otros.
En el ámbito de la Unión Europea existe un gran consenso sobre el rol fundamental que adquiere la mejora de los resultados escolares de las generaciones venideras para una mejor adaptación de la oferta formativa a las necesidades de cualificación y recualificación de la población adulta, de acuerdo con una premisa fundamental, como es el paradigma del “aprendizaje a lo largo de la vida”. Los problemas en relación con la educación son parecidos en todos los Estados, ya sea el déficit de trabajadores cualificados, los avances relacionados con la tecnología, así como el impacto de las TICs y la competencia mundial, entre otros.
Se han identificado en el UE cuatro objetivos comunes a tener en cuenta para la educación y formación 2020: Hacer del aprendizaje permanente y de la movilidad una realidad, mejorar la calidad y eficacia de la educación y la formación, fomentar la igualdad, la cohesión social y la ciudadanía activa, así como potenciar la creatividad y la innovación, incluido el emprendimiento en todos los niveles de la educación y la formación. Hay por tanto, que conseguir una educación de calidad que fomente la cooperación entre los Estados, tenga en cuenta la diversidad cultural y lingüista. Para ello, es fundamental el intercambio de buenas prácticas, aprendizaje mutuo, recopilación y divulgación de información y datos sobre las políticas que tienen éxito demostrado.
Las tecnologías de la Información están contribuyendo de forma muy importante a la experimentación de formas de manifestación en materia educativa, que sea capaz de atraer a los educadores y alumnos en este proceso tan importante, con el fin de crear sociedades de conocimiento abiertas e inclusivas.