Introducción
En el Blog “0SIC0”, se publicó el mes pasado, el artículo: La Economía Circular: presente y futuro, donde se decía como la economía circular es un nuevo modelo de desarrollo económico y social, que identifica una serie de procesos de nuestra economía en relación con la producción, consumo y reciclado de los productos que utilizamos, en aras a respetar y reparar los recursos naturales, la renovación y reutilización de productos y sus componentes.
De esta forma, la economía circular ofrece una alternativa al actual modelo de producción, basado en una cadena de valor lineal que genera residuos en todas las etapas, desde la extracción de materias primas hasta la generación de residuos, pasando por las fases de fabricación, distribución y consumo. La alternativa consiste en prolongar la vida económica útil de los materiales y los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos.
La economía circular es de por sí, generadora de empleo, sólo el sector de la gestión de los residuos representa una oportunidad de muchos de puestos de trabajo. Todo ello, requerirá una mano de obra especializada acorde con esta situación, por cierto, nada fácil de comprender y asimilar, dada su complejidad, sus diferentes relaciones y el proceso de cambio que ello significa, pero que sin lugar a dudas, marcará un antes y un después sobre la percepción y respeto de nuestro mundo y nuestra sociedad.
Se trata por tanto, de un desafío complejo con muchas interrelaciones que pone sobre la mesa una restructuración general de algunas de las áreas de la política comunitaria, como son diferentes directivas: eficiencia energética de los edificios, obsolescencia programada, reducción del plástico, agua, fertilizantes, ecodiseño, entre otras.
Ahora de lo que se trata, es de encontrar las claves del desarrollo que haga posible que este nuevo pensamiento que representan la Economía Circular, tenga un adecuado encaje en nuestro sistema de desarrollo económico y de creación de empleo, así como en el sistema del “Marco Competencial” que prevea una adecuada formación que garantice el despliegue y eficacia de la misma.
Innovación
La innovación, como consecuencia de los avances tecnológicos o por los cambios sistémicos, desde siempre ha suscitado una cierta intranquilidad en todo el entramado económico, social, pero también institucional.
De la misma forma que las TICs, la economía circular se ha convertido en un nuevo indicador relativo al empleo, que requerirá una mejor atención para su mejor comprensión, ya que la transición hacia una economía más circular requerirá de una reasignación del trabajo de los diferentes sectores que participan en la economía.
Algunos de estos sectores, participarán activamente en la creación de empleo, ya sean relacionadas con la preservación del medio ambiente, los recursos naturales, energía…Otros, por el contrario, sentirán los efectos desfavorables de esta nueva forma de pensamiento, ya que por ejemplo, la mayor durabilidad de los productos, puede ralentizar la creación de empleo en muchas empresas.
Ante este complejo escenario, es muy difícil conocer el efecto que va a tener el empleo futuro de la “Economía Circular”, cuando ni siquiera en la actualidad se conoce con precisión lo que ocurre con el empleo actual, con lo que quizá, lo único que se puede pretender, es estar al tanto, para prever aquello que pueda anticipar los efectos, que la tecnología, la demografía y los nuevos modelos de desarrollo económico de este nuevo sistema va a deparar en nuestra economía y en nuestra sociedad.
Previsiones de empleo en la economía circular
Aun así, es cierto que hay un intento serio de poner en orden esta previsión de empleo desde una perspectiva estratégica, ya que la Economía Circular está estrechamente relacionado con otras claves del desarrollo, como son el crecimiento sostenible, el cambio climático, la energía, los recursos naturales, las renovables, y la innovación en los procesos productivos, entre otros.
Así en un reciente informe de la OIT (Organización Internacional de los Trabajadores” sobre los compromisos y acciones que deben hacerse en el mundo para limitar el calentamiento global a 2 grados, dice que “generarán 24 millones de nuevos puestos de trabajo para el año 2030”.
De la misma forma, el reto del cambio climático según el documento publicado por la OIT “World Employment and Social Outlook 2018: Greening with Jobs”, así lo indica. El informe dice la necesidad de realizar políticas que sean capaces de anticiparse a las pérdidas de empleo, mediante el análisis de datos, así como desarrollando estrategias de desarrollo sostenibles.
Según las estimaciones de la Comisión Europea, “la aplicación efectiva de la legislación de residuos crearía más de 400.000 empleos en la Unión Europea, de los cuales 52.000 serían en España. Pero esto no será posible sin la dedicación de recursos y medios por parte de las administraciones competentes para dinamizar la adaptación de las instalaciones de tratamiento a los requisitos de la economía circular, así como para controlar e inspeccionar el cumplimiento de la legislación”.
La Comisión europea, en previsión de estos cambios tan importantes en materia de empleo, ya estaba trabajando sobre el seguimiento de su iniciativa propia denominada “Empleo Verde”, con la realización de diferentes medidas de apoyo a la creación del empleo. De igual forma e intensidad, la Comisión europea está trabajando también a través de la Agenda de las nuevas capacidades para Europa.