La salud pública constituye una de los objetivos más importantes que tenemos. Diferentes organismos internaciones se han preocupado intensamente por este desafío. Así, desde su creación las Naciones Unidas participan activamente en la promoción y la protección de la salud a nivel mundial principalmente a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En un primer momento, se decidió que las prioridades de la OMS serían la malaria, la salud de las mujeres, niños, tuberculosis, enfermedades venéreas, la nutrición y la contaminación.
A día de hoy, muchas de estas cuestiones continúan en el programa de la OMS junto con otras enfermedades relativamente nuevas como el VIH/SIDA, la diabetes, el cáncer y enfermedades emergentes tales como el SRAS (síndrome respiratorio agudo severo), el ébola o el virus del Zika. Desde su creación, la OMS ha contribuido a numerosos logros relacionados con la salud pública mundial: antibióticos, poliomielitis, viruela, tuberculosis…Las intervenciones de la OMS cubren todas las áreas de la asistencia médica mundial.
Los objetivos de Desarrollo del Milenio para 2030 en relación con la salud incluyen “garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos a cualquier edad”, y hacen un llamamiento para lograr una cobertura sanitaria mundial, que por ahora está lejos de conseguirse. Por su parte, la UE complementa las políticas nacionales ayudando a los gobiernos de la UE a alcanzar objetivos comunes, poner en común los recursos y abordar los retos compartidos como las pandemias, las enfermedades crónicas o el impacto de una esperanza de vida más larga en los sistemas de asistencia sanitaria.
La política sanitaria de la UE, aplicada a través de su Estrategia Sanitaria se centra en la prevención, la igualdad de oportunidades, lucha contra las amenazas graves para la salud y el apoyo a los sistemas de salud dinámicos, así como la introducción de las nuevas tecnologías en los mismos. Para ello, la UE elabora leyes y normas europeas para los productos y servicios sanitarios, coopera y establece las mejores prácticas y financia proyectos a través a través del Programa de salud de la UE. La propagación de enfermedades a nivel mundial y su protección por parte de todos los países del mundo debe ser una de las prioridades por parte de los Estados y las Organizaciones Internacionales que se dedican a ello. Para ello, debe aprovecharse aquellas innovaciones derivadas de los diferentes descubrimientos de la ciencia y la tecnología en esta materia, así como el aprovechamiento del capital intelectual a través de la utilización de las TIC a través de la creación de plataformas conjuntas de programación, tanto para la prevención de la salud como para la erradicación de enfermedades en todo el mundo.