Introducción
Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid (www.valladares.info), con premios extraordinarios de licenciatura y doctorado y premio internacional Mason H. Hale (Canadá, 1994). En la actualidad es profesor de investigación del CSIC, donde dirige el grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Es además profesor asociado de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Es el director del laboratorio internacional de Cambio Global LINCGlobal y del Máster Universitario de Cambio Global de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el CSIC, participando además como profesor de los másteres de biodiversidad de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Ha publicado más de 300 trabajos científicos entre artículos y libros, la mayoría en revistas internacionales de ecología y biología vegetal reflejadas en el ISI con un índice H de 41. Desde 2015 es científico altamente citado en el área de Ecología y Medio Ambiente (Highly Cited Researcher lo que corresponde al grupo del 1% de los científicos de mayor impacto, según Thomson Reuters). Ha impartido más de 150 conferencias y cursos en más de 25 universidades y centros de investigación de todo el mundo, incluyendo Canadá, Estonia, EE.UU., Chile, Brasil, Australia y numerosos países europeos.
Ha sido durante 8 años presidente de la Asociación Española de Ecología Terrestre. El tema principal de sus trabajos ha girado en torno a los mecanismos implicados en la supervivencia vegetal en condiciones extremas, en especial las respuestas plásticas a la interacción entre factores ambientales influidos por las actividades humanas. Ha contribuido significativamente a la estimación de la plasticidad fenotípica y a la comprensión de su importancia en las respuestas de los organismos al cambio global. Estas investigaciones se complementan con trabajos de campo a nivel de comunidad y ecosistema para estimar los efectos del cambio global en los ecosistemas terrestres asi como para la restauración ecológica de los más degradados. Su interés por divulgar la ciencia en general y la ecología del cambio global en particular le ha llevado a contribuir en numerosos programas de radio y televisión, así como en diversas secciones de los periódicos elDiario y Público.
Entrevista

Los desafíos de las ciudades
Muchos e importantes son algunos de los desafíos que actualmente tenemos: sociales, tecnológicos, económicos, medioambientales, seguridad, inmigración, empleo, formación y de tránsito de pensamiento, entre otros.
La presencia de algunos de estos desafíos, ya sean relacionados con el cambio climático, desastres naturales, la pérdida de la biodiversidad, la deforestación, el agotamiento de los recursos naturales, entre otros, nos está provocando una preocupación constante.
El cambio climático
Los devastadores efectos del cambio climático, hace que las ciudades de todo el mundo tengan que prepararse lo mejor posible para afrontar dicho desafío. El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes. Tiene un impacto negativo en la economía nacional y en la vida de las personas, de las comunidades y de los países. En un futuro las consecuencias serán todavía peores. Hay que adoptar medidas urgentes y efectivas para combatir el cambio climático y sus consecuencias.
En efecto, el cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y representa una amenaza más que tienen que soportar las ciudades sociedades y el medio ambiente. Desde acontecimientos meteorológicas extremos, que amenazan la producción de alimentos, hasta el aumento del nivel del mar, que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas, los efectos del cambio climático son de alcance mundial y de una escala sin precedentes. Si no se toman medidas drásticas sin más dilaciones, será mucho más difícil y costoso que las ciudades se adapten en futuro próximo.
Algunos informes de la ONU como es el caso de “Emisions Gap Report” del 2018 revela que a pesar de los esfuerzos nacionales que están llevando para reducir la contaminación y cumplir con el Acuerdo de París, éstos son insuficientes y aunque cumplieran sus compromisos, la temperatura global probablemente aumentaría en 3, 3, 2º C antes de 2100.
1. ¿Qué piensa usted acerca de las posibilidades que tenemos de mantener el calentamiento global por debajo de los 2º C y proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1,5º C conforme establece el Acuerdo de Paris?
– Creo que el valor de referencia de 1,5ºC ya lo hemos rebasado en la práctica. Era una meta segura y deseable pero no hemos conseguido frenar el calentamiento lo suficiente. Lo que ahora tenemos que ponernos como meta indiscutible es no rebasar 2ºC en 2050. Si no centramos bien nuestros esfuerzos, sino coordinamos muchas acciones a distintas escalas, locales, nacionales y globales, estaremos cruzando una línea realmente peligrosa en relación a un clima extremo y difícil de gestionar. Pienso que no es tarea nada fácil, ya que como estamos viendo tras la covid-19 tendemos a volver a las formas de generar energía que conocemos y tendemos al modo de vida previo a la pandemia sin haber apenas modificado nuestros hábitos ni haber incorporado la lección: no podemos seguir de espaldas a la naturaleza, debemos aliarnos a ella para reconducir nuestra huella ambiental e ir mitigando cuestiones tan urgentes e importantes como el cambio climático.
Sequias
Algunos estudios científicos aseguran que, si no se reducen las emisiones de gases efecto invernadero durante los próximos años, los periodos prolongados de sequías podrían multiplicarse por siete en la segunda mitad del presente siglo. Por otra parte, el cambio climático está afectando a numerosos incendios en los últimos años.
2. ¿Qué piensa acerca de este coctel entre sequía e incendios?
– Es una combinación temible que sabíamos que iba a ocurrir. Que de hecho ya estaba ocurriendo, pero con menor frecuencia e intensidad en las décadas anteriores. Este cóctel está dando lugar a los incendios que se conocen como de sexta generación. Son tan potentes que una vez iniciados no existen medios humanos ni técnicos que puedan con ellos. Son fuegos inextinguibles, imposibles de apagar. Fuegos que generan sus propias condiciones meteorológicas y niveles de oxígeno que los realimentan alcanzándose temperaturas realmente estremecedoras. Los fuegos de quinta generación se caracterizaban por la presencia de varios focos. Ahora, los de sexta generación cuentan con la alianza del cambio climático y alcanzan dimensiones impensables ante las que estamos indefensos. Solo podemos evitar que ocurran. Una vez iniciados toca ponerse a salvo. El problema de estos incendios arranca con árboles y bosques generados en un clima diferente al de ahora. La sequía y el calor provocan una acumulación de mucho material seco de estos árboles incapaces de adaptarse y este material es la base de incendios colosales. Estos fuegos crean columnas convectivas grandes de humo formando lo que se conocen como pirocúmulos y generan su propia meteorología y favoreciendo una oxigenación intensa en la base mediante fuertes vientos que renuevan constantemente el aire y avivan el fuego.
Mareas e inundaciones
El Quinto Informe del IPCC el AR5 ya señalaba que, el nivel del agua del mar aumenta por el deshielo, pero, sobre todo, hasta ahora, por el incremento de la temperatura del agua, ya que el agua se dilata con el calor. Acontecimientos extremos en el mar serán seguramente una constante en gran parte del mundo si no actuamos a tiempo en la reducción del CO2. El deshielo de algunas zonas de la tierra, en especial en el Ártico y en Groenlandia, como consecuencia del calentamiento, es uno de los acontecimientos que nos debiera preocupar más por los efectos del aumento del nivel del mar, que provocará un proceso de aceleración del cambio climático.
3. ¿Qué cree opina usted acerca de este informe que pone en riesgo a muchos millones de personas, así como provocar daños cuantiosos en las infraestructuras y edificios?
– Muchos millones de personas viven en zonas costeras y ya están viéndose afectados por la subida del nivel del mar que trae consigo salinización de los acuíferos, inundaciones y una gran degradación de la línea de costa. Lo que estamos sabiendo es que el desbordamiento marino crece aún más rápido que el nivel del mar y ese desbordamiento está poniendo en riesgo a una fracción cada vez mayor de la población. Pensemos además que muchas infraestructuras como los puertos, no fueron diseñados para las corrientes ni la altura de ola que se está dando en la actualidad por efecto del cambio climático. Creo que este informe apunta correctamente una amenaza importante de la que no siempre somos conscientes.
La contaminación
La contaminación ambiental implica cinco tipos principales de contaminación: Aire, agua, suelo, ruido y contaminación lumínica. La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental, además de ser un importante inconveniente para la pérdida de la biodiversidad, representa una gran amenaza para la salud, mediante la disminución de los niveles de contaminación del aire los países pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neuropatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
Las estimaciones de la OMS sugieren que “La contaminación ambiental ha alcanzado proporciones alarmantes, advierte la OMS: 9 de cada 10 personas respiran aire tóxico y 7 millones mueren cada año por la polución ambiental y doméstica. El cambio climático aumenta sus efectos y las medidas correctoras son insuficientes”.
4. Más allá de la contaminación del aire, ¿Qué efectos cree usted que tiene la contaminación del aire en relación con el SARS-CoV-2?
– Hemos visto que la contaminación tiene muchos efectos sobre la covid-19. En un principio ya vimos que las personas que respiran una atmósfera con apenas un microgramo de partículas OM 2,5 tenían un riesgo de un 15% mayor de morir si contraían la enfermedad. Luego hemos visto que las partículas de contaminación favorecen la propagación del virus y que incrementan el número de personas que una persona enferma puede contagiar. La contaminación del aire nos debilita y por tanto nos predispone a sufrir mucho mas otras enfermedades, incluyendo las infecciosas, pero las interacciones con una enfermedad respiratoria como es la covid-19 son muy peligrosas para nuestra salud.
Deforestación
La deforestación del planeta es un hecho incuestionable. Todo ello, como consecuencia de la tala masiva de los mismos, así como de los números e incontrolados incendios que se producen en todo el mundo. Los incendios forestales no sólo son perjudiciales para la flora y fauna, sino que también empeora el cambio climático, ya que los mismos liberan grandes cantidades de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, que afectan de forma global a todo el planeta y no sólo en el lugar donde ocurren. Todo esto a su vez merma la capacidad de sumidero que tienen los bosques de almacenar el CO2 para contrarrestar el cambio climático. Esto añade si cabe, una mayor preocupación en la lucha contra el cambio climático.
Según el artículo “Ecología y economía para prevención de pandemias” publicado en Julio de 2020 en la revista “Science”, una forma de reducir la probabilidad que se produzcan pandemias es reducir la deforestación tropical y limitar el comercio de la vida silvestre. “Aproximadamente una vez cada dos años, un virus salta de animales a humanos, incluido el Ébola, y probablemente también el nuevo coronavirus”.
Según los autores del estudio, de esta forma “combatiendo la deforestación, llevando un control de los animales en granjas y reduciendo el comercio de la vida silvestre se reducirían la pandemia. Si bien estas intervenciones pueden calcularse en la cantidad de 20.000 a 30.000 millones de dólares, el coste es muy inferior a la cantidad del coste de cinco billones de dólares de perdida de PIB durante este año en EEUU”.
Según el artículo “Ecología y economía para prevención de pandemias” publicado en Julio de 2020 en la revista “Science”, una forma de reducir la probabilidad que se produzcan pandemias es reducir la deforestación tropical y limitar el comercio de la vida silvestre. “Aproximadamente una vez cada dos años, un virus salta de animales a humanos, incluido el SARS-CoV-2, el Ébola, y probablemente también el nuevo coronavirus”.
5. ¿Está usted de acuerdo con este planteamiento de carácter estratégico y también económico?
– Totalmente de acuerdo. Hay tres cosas importantes que podemos y me atrevo a decir, debemos, hacer para evitar futuras pandemias: reducir la deforestación, sobre todo en áreas tropicales que son ahora uno de los focos principales de zoonosis, controlar el tráfico ilegal de especies y la manipulación negligente de la fauna, y establecer una red internacional de alerta temprana de infecciones.
Biodiversidad
A pesar de numerosos informes advirtiendo sobre la importancia de la preservación de la biodiversidad. A pesar de la firma de acuerdos internacionales sobre el Convenio de Diversidad Biológica (CBD) 1992, la pérdida de la biodiversidad no ha hecho más crecer a lo largo de estos últimos años. En este sentido, el Programa de Naciones Unidas para la Protección del Medio Ambiente (PNUMA) ha indicado que el SARS-CoV-2 ha puesto de manifiesto que “nuestras economías tienen muchas vulnerabilidades y que una manera de reducirlas es invertir en la naturaleza para mejorar la salud humana”.
La pérdida de biodiversidad es uno de los problemas más significativos que tenemos por el gran impacto negativo en contra de la salud, ya que está provocando que se propague el proceso de la zoonosis” que propicia el “salto de los virus de la cadena animal a la humana. Todos hemos podido ver este relato en los acontecimientos que estamos viviendo con la pandemia del SARS-CoV-2.
Lo cierto es que las diferentes advertencias de la comunidad científica internacional a favor de la preservación de la biodiversidad no están dando resultados positivos, siendo la desaparición masiva de especies una constante.
6. ¿A qué cree usted que se debe la perdida tan significativa de la biodiversidad?
– Es el resultado de muchos factores. Creo que los factores directos de extinción intencionada de especies ya no son tan importantes. Ahora es la degradación ambiental y la pérdida de hábitat lo que está diezmando la biodiversidad. Creo que la inmensa mayoría de especies que desaparecen lo hacen sin que seamos conscientes y que incluso muchas de ellas no llegan ni a ser conocidas para la ciencia. Debemos detener la degradación ambiental. No somos conscientes de la pérdida de funcionalidad que esta sexta extinción está acarreando, con funestas consecuencias para el ser humano.
7. ¿Qué cree usted que hace falta para conseguir ese grado de sensibilidad en la sociedad, en particular en la Gobernanza para tratar de mejorar esta situación?
– Hay varios cambios importantes. En primer lugar, la información científica debe estar mas asequible y más presente en el día a día de las personas. Es preciso que todos entandamos lo que pasa y las consecuencias de perder especies. Creo que mucha gente no lo sabe o no comprende las consecuencias. En segundo lugar, hacen falta políticas más decididas de protección de la naturaleza y de restauración ecológica, con sanciones y bloqueos a quien tiene un comportamiento injustificable y con incentivos a quienes hagan esfuerzos en la recuperación y la restauración.
Desde la UE se han realizado algunos cálculos económicos de la pérdida de dicha diversidad como consecuencia de dicha pérdida. En el estudio denominado “La economía de los ecosistemas y la biodiversidad”, la cantidad podría ser “en torno a 14 trillones de euros, el 7% del PIB mundial”.
Desde algunos organismos internacionales, como es el caso de la Comisión europea, se posicionan claramente para acometer “Infraestructuras Verdes o de soporte biológico que trata de conservar el potencial de la biodiversidad como herramienta que además de protegernos de la salud, nos puede aportar beneficios económicos, ecológicos y sociales, además de alinearse con uno de los ODS como es el N.º 15 “uso sostenible de los ecosistemas terrestres y la biodiversidad biológica.
8. ¿Está de acuerdo con esta acción a realizar? ¿Cómo cree usted que se podría mejorar los ecosistemas y la biodiversidad?
– Creo que la infraestructura verde es tanto un concepto como una herramienta muy adecuada para poner en valor la naturaleza que aún queda, para conectarla, para favorecer actividades armoniosas con la conservación de la naturaleza y para ordenar el territorio. La infraestructura verde tiene todas las cualidades para ser la base de una restructuración de las actividades y los proyectos de forma que su impacto negativo en el medio natural sea mínimo, y para rentabilizar los fragmentos dispersos y los hábitats en distinto grado de conservación que aun quedan el territorio.
Agua
Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo abordando la crisis mundial derivada de un abastecimiento de agua insuficiente y la creciente demanda de agua para satisfacer las necesidades humanas, comerciales y agrícolas. “Hay suficiente agua dulce para todo el mundo; sin embargo, debido a la mala situación de la economía o a una infraestructura deficiente, millones de personas (la mayoría niños) mueren a causa de enfermedades relacionadas con un abastecimiento de agua, higiene o saneamiento inadecuados. Las Naciones Unidas consideran que el acceso al agua y el saneamiento es una prioridad y así lo refleja en el Objetivo de Desarrollo Sostenible. “Está claramente vinculado con la salud, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la resiliencia a los desastres”.
9. ¿Como cree usted que la gestión del agua puede convertirse en un aliado climático?
– El agua es el bien más preciado y lo hemos derrochado como si no valiera nada. Resultado de esta actuación irresponsable mantenida durante décadas son el hundimiento de ciudades como México o el impacto demoledor de seísmos moderados como el que afectó a la ciudad de Lorca (Murcia, mayo de 2011) y que al carecer de agua en el subsuelo tuvo un efecto destructivo desproporcionado. Por supuesto, millones de personas se mueren de sed o ven fracasar sus cosechas y la carencia de agua, amplificada por el cambio climático es el principal impulsor de las migraciones humanas de la actualidad. El agua dulce no está distribuida de manera acorde a la demanda y el derroche en muchos países continua, mientras en muchos lugares esa agua vital escasea. No existen acuerdos internacionales importantes que puedan ayudar a una gestión global del agua, y mientras no existan, las tensiones y los conflictos no dejaran de ocurrir. Mas bien al contrario.
Acontecimientos meteorológicos extremos
A principios de este mes de julio de 2021 hemos podido observar una serie de acontecimientos meteorológicos adversos en algunas zonas del mundo que nos están alertando que algo distinto de lo habitualmente hemos observado hasta ahora. Nos referimos por ejemplo a la extraordinaria ola de calor que se ha producido en este tiempo en el noroeste del Pacífico de EEUU y Canadá, que ha provocado temperaturas muy altas y ha causado muchas muertes. Según los científicos esta ola de calor no se hubiera producido sin el cambio climático, ya que ha calentado el Planeta sobre un 1,2º C.
El aumento de los registros de datos satelitales, el cada vez mayor poder de computación y las simulaciones climáticas cada vez más precisas corroboran la aparición de estos fenómenos meteorológicos adversos como consecuencia del calentamiento global. Si esto fuera cierto, esto podría ser una constante que algunas veces que ocurriera en el planeta si las temperaturas aumentan hasta los 2º C. Cuestión preocupante que ello ocurra.
Otro caso insólito es lo que está ocurriendo en Rusia donde está ardiendo Siberia que ha arrasado con más de 1 millón de hectáreas, habiendo muchos otros incendios activos en una zona caracterizada por ser una de las más frías del mundo.
10.¿Cree usted que estos acontecimientos extremos son señales inequívocas ante una seria advertencia de nuestra misma existencia a consecuencia del cambio climático?
– 2020 pulverizó muchos records climáticos y situaciones extraordinarias (fuegos, inundaciones, olas de frio y de calor, tormentas, huracanes) y 2021 todavía batirá más como estamos viendo en estos meses desde Canadá a China, desde California a Alemania. Estos eventos extremos son una de las consecuencias bien descritas del calentamiento global. La vida de más de la mitad de la población humana está en riesgo, y de seguir así, el porcentaje de personas potencialmente afectadas no parará de crecer. Son escenarios apocalípticos, pero siempre lo fueron en los informes del clima, y vemos que se están cumpliendo.
Es cierto que quizá nadie sabe con certeza qué va a ocurrir, pera el planeta y nosotros, ya está experimentando una serie de efectos que no podemos eludir. Las cada vez mayores temperaturas hacen de los registros en muchos lugares del planeta son los más altos jamás registrados. Un grupo de expertos, incluso ha marcado en rojo el límite para darle la vuelta: tenemos tres años para reaccionar a tiempo sobre esta situación. Otros expertos, dan un plazo más largo, el cambio climático alcanzaría «un punto de no retorno» en 2035.
11.¿En calidad de experto muy cualificado en la materia ¿Cuál es su opinión acerca de estos límites que se vaticinan para los próximos años?
– Siempre es difícil establecer fechas exactas para esas situaciones de no retorno. En primer lugar, la complejidad del clima actual que está entrando en muchos procesos no lineales ni progresivos sino súbitos y abruptos, hace difícil establecer dónde y cuándo ocurrirán estos eventos. Lo que resulta indiscutible es que cada año que pasa sin que mejoremos la situación nos vamos quedando con menos opciones. 2030 se ha tomado como un año de referencia, y tenemos establecidas unas concentraciones de gases de efecto invernadero que no deberíamos rebasar para entonces. Pero algunos procesos climáticos se están disparando ya.
Sinergias entre desafíos
Algunos desafíos están relacionados los unos con los otros. Así, por ejemplo, se puede observar fácilmente como los desafíos ecológicos, los medioambientales y los energéticos, la biodiversidad, la deforestación van de la mano. Pero de la mano van también sus efectos, pero esta vez, en contra de la salud. En efecto, el cambio climático afecta los ecosistemas y está favoreciendo la apariencia de muchos patógenos que antes no estaban tan cercanos a las personas. Con nuestro modelo de progreso hemos desplazado a los animales de sus hábitats, y esto tiene sus consecuencias, ya que desaparecen de la cadena sus depredadores, facilitando la aparición de “plagas”.
Vivimos en un equilibrio constante, donde cada uno de nosotros ejercemos una función, incluidos los virus, muchos de los cuales no son patógenos para el ser humano, desempeñando un papel importante en los ecosistemas, manteniendo la salud de las plantas e insectos, actuando los virus como si de guardianes de control se tratase.
12.¿Está de acuerdo con este planteamiento de equilibrio constante entre los ecosistemas?
– Esa es la visión que se tiene desde la ciencia de la ecología. Necesitamos de todas las especies para que se establezcan numerosas interacciones y equilibrios que contrarresten desde cambios en el clima hasta riesgos de zoonosis. El ser humano es el primero en sufrir las consecuencias de que se rompan estos equilibrios.
Stephen Hawking señaló hace mucho tiempo atrás que “La actividad humana está alterando de manera tan severa el sistema climático, que podría cambiar para siempre las condiciones que hacen posible nuestra vida en la Tierra». Esto quizás, es precisamente lo que parece está sucediendo, hemos roto el equilibrio de nuestro ecosistema, donde cada uno ejerce una función, incluido los virus, muchos de los cuales no son patógenos para el ser humano, desempeñando un papel importante en los ecosistemas, manteniendo la salud de las plantas e insectos, actuando los virus como si de controladores se tratase.
La misma ONU en la presentación del informe “Hacer las paces con la naturaleza” a primeros del año 2021 como una de las acciones más importantes a realizar por parte de todos los Estados para “garantizar su salud y aprovechar los beneficios que aporta para construir entre todos un futuro próspero y sostenible”.
Entre tanto, ante las reiteradas advertencias desde hace más de 25 por parte de la comunidad científica internacional de actuar rápidamente para luchar contra los desafíos ambientales, en especial el cambio climático.
Algunos mandatarios han resaltado la importancia de luchar a favor de la confianza en las vacunas, cuestión por otra evidente, pero la gobernanza también se ha convertido en los verdaderos negacionistas de la realidad que nos rodea, y en muchos casos la inacción ha sido hasta ahora una constante. A pesar de todo esto la evaluación de la política pública sobre esta cuestión es en muchos casos inexistente. Nos encontramos en el borde de un “precipicio” donde muchos desafíos nos han superado.
13.¿Qué cree usted que debiéramos hacer para dar una respuesta contundente sobre esta situación en la que nos encontramos?
– Debemos tomar conciencia de la situación y de nuestra actitud con los recursos naturales y con las demás especies. Debemos cambiar radicalmente nuestra relación con la naturaleza, pero no por la naturaleza sino por seguir teniendo un hueco en la naturaleza. Por nosotros mismos. O nos aliamos con la naturaleza y dejamos de imponerle nuestros proyectos insostenibles y descabellados o seremos cada vez más los que iremos sufriendo las consecuencias, hasta llegar a poner nuestra propia supervivencia en riesgo.
Un nuevo modelo de desarrollo económico y social – La economía circular
La Economía Circular representa un nuevo modelo de desarrollo económico y social, que identifica una serie de procesos de nuestra economía en relación con la producción, consumo y reciclado de los productos que utilizamos, en aras a respetar y reparar los recursos naturales, la renovación y reutilización de productos y sus componentes. La alternativa consiste en prolongar la vida económica útil de los materiales y los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. Pero, sobre todo, la economía circular es también un concepto que tiene que ver con la economía, que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuya misión es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos
En este modelo de sociedad, hace imprescindible unir a toda la comunidad de carácter global mediante la realización de un enfoque sistémico, donde las partes y el todo, la innovación y la colaboración son fundamentales. De ahí la necesidad que tienen las ciudades de proveerse de un nuevo pensamiento que ampare un importante proceso de cambio imprescindible para la puesta en escena de un nuevo enfoque y paradigma de nuestra actividad económica respetuosa también con las normas sociales y medioambientales, que también tiene consecuencias positivas para la protección de nuestra salud ante el SARS-CoV-2.
14.¿Qué opina usted acerca de la economía circular como nuevo modelo de desarrollo económico y social?
– La economía circular es técnicamente imposible, pero hay muchas acciones que se acercan a esa circularidad y que permiten mejorar la sostenibilidad de nuestras actividades y reducir su huella ambiental. Es una herramienta para la transición social, económica y energética que nos guste o no tenemos que hacer. Es solo una herramienta, y es imperfecta, pero no tenemos muchas alternativas. La circularidad en la economía no es un fin sino un medio para favorecer la transición, para hacer posible el cambio de modelo socioeconómico que necesitamos. La economía circular nos permite ganar tiempo, al disminuir nuestro impacto ambiental. Y esto es clave en un momento en el que andamos tan mal de tiempo como en la actualidad.