Las ciudades de hoy se están transformando de forma rápida, ya que de seguir como estamos, hace inviable su desarrollo. Según informes de Naciones Unidas hemos llegado al límite de nuestra misma existencia.
Los grandes desafíos que tenemos, ya sean económicos, sociales, ambientales no tienen una solución fácil y directa, son muchos los intereses en juego y no todos los actores ya sean económicos y sociales, así como la propia gobernanza institucional tienen el mismo interés en resolver dichos problemas.
Se puede comprobar fácilmente como las estructuras del actual modelo económico, social y político, van muy por debajo del desarrollo tecnológico. Las actuales formas institucionales y espaciales de la Gobernanza Institucional no están siendo eficaces a la hora de enfrentarse a los importantes y complejos desafíos que tenemos. Es necesario crear una visión más amplia en la dinámica de los sistemas de la innovación, que dé cabida a otras formas de manifestación de la innovación, ya sea económica, social y tecnológica.
Los avances tecnológicos y el nuevo pensamiento que representa la Economía Circular es una oportunidad única para reducir las desigualdades sociales y económicas. Diferentes experiencias piloto realizadas en esta dirección está demostrando ser efectivas para luchar contra esas desigualdades, además de contribuir de forma efectiva para luchar contra las migraciones, la contaminación, el cambio climático, así como mejorar la presión que ejercemos sobre los recursos naturales, entre otros. Ahora bien, la tecnología emergente también nos está llevando a una serie de problemas relacionados con la privacidad, seguridad, pero también de la falta de una ética digital acorde con esta nueva situación.
Afrontar estos desafíos y problemas de la Gobernanza mediante el uso de estas tecnologías disruptivas como son la inteligencia artificial (IA), el blockchain, el internet de las cosas (IoT), el Big Data…así como incorporar los principios que representan a la economía circular como son el respeto a los recursos naturales, el medio ambiente, la contaminación y el pensamiento sistémico, pueden contribuir de forma efectiva a resolver dichos problema, al mismo tiempo gane la confianza de los representantes públicos.
En este sentido es clave explorar sinergias entre la tecnología, la innovación y la política que den paso a nuevas formas de Gobernanza con un planteamiento holístico que integre intereses, objetivos y estrategias, ya que los sistemas de la Gobernanza necesitan adaptarse a unas circunstancias cambiantes, y tener en cuenta varias dimensiones o escalas territoriales, temporales, pero también tecnológicas, así como la necesidad de incorporar innovaciones de carácter social, en especial la inteligencia colectiva, y sobre todo, precisa con urgencia de un alto liderazgo en la Gobernanza Institucional orientada a un desarrollo sostenible e inclusivo.