Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el turismo se ha convertido en motor para el desarrollo, el comercio de servicios, la creación de empleo y la reducción de la pobreza, como motor del desarrollo, el comercio de servicios, la creación de empleo y la reducción de la pobreza, en el marco del «Fomento de la capacidad para hacer que el turismo sostenible contribuya al progreso en los países en desarrollo».
Para lograr alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que están definiéndose para la próxima década y un futuro posterior, el turismo necesita que haya políticas y estrategias de comercio e inversión que atiendan a las necesidades del sector y un entorno empresarial global favorable al crecimiento. La Comisión Europea, por su parte, dice que el turismo contribuye al empleo y al desarrollo regional sostenible, así como a la conservación del patrimonio natural y cultural. Por ello, hay que crear conciencia sobre la contribución de las diferentes culturas a una identidad europea común, promover el papel del turismo como factor de desarrollo económico, fortalecer la capacidad de operadores y pequeñas empresas, facilitando el intercambio de experiencias y la creación de redes y actividades de agrupación, así como estimular la competitividad y la innovación en el turismo.
El turismo urbano en los últimos años ha experimentado un importante crecimiento y diversificación. Constantemente están apareciendo nuevos destinos emergentes. El número de llegadas de turistas crece de forma exponencial. Si bien es verdad que está contribuyendo al bienestar urbano, pero como vemos también está constituyendo una carga importante sobre las infraestructuras que afectan, tanto a los servicios de la ciudad, como a la paz y tranquilidad de los habitantes de determinadas zonas turísticas del mundo.
En los últimos meses hemos asistidos a capítulos del fenómeno conocido como “Turisficación” con el que se alude al impacto que tiene la masificación turística en el tejido comercial y social de determinados barrios o ciudades.
Como consecuencia del efecto de la economía colaborativa de la empresa “Airbnb”, la proliferación de pisos destinados a alquiler turístico se ha convertido en un auténtico desafío en algunas ciudades del mundo, donde el precio del alquiler está batiendo records constantemente. Una vez más, las tecnologías de la información y esta nueva economía colaborativa derivada de ella, están provocando situaciones donde es preciso la toma de decisiones en relación con el establecimiento de un nuevo marco de innovación y gobernanza en esta materia.