La ciudad no es solo un espacio físico, un conjunto de edificios, de estructuras, de sistemas, etc.; es un también un espacio relacional entre personas diversas y diferentes. El éxito de las ciudades es el consenso entre los ciudadanos/as que no piensan de la misma manera. Es por tanto, un escenario público plural que interactúa, al mismo tiempo cultural e identidad propia. La importancia de los espacios públicos y su identidad para permitir y reconocer los lugares culturales, naturales, patrimoniales y de ocio, entre otros, es cada vez una pretensión por parte, tanto de los ciudadanos, como de los gobiernos multiniveles de todo el mundo.
Los espacios públicos que consiguen ser bien diseñados para mejorar la vida en las ciudades, tienen un impacto económico y social de indudable trascendencia para los ciudadanos/as. Sin embargo, son muchas las ciudades que bien por una inadecuada planificación arquitectónica y de accesibilidad, bien por la inexistencia de espacios adecuados o de tamaño, entre otras, por diferentes causas, provoca una anomalía en el derecho y disfrute de estos espacios públicos.
Ello se debe principalmente, a la inexistencia de estrategias de desarrollo y planificación urbana de las ciudades, así como el cada vez mayor aumento de la población, la imposibilidad material de ampliar determinadas zonas, así como la carencia de determinadas infraestructuras y servicios, entre otros. El resultado de esto lleva a la presión sobre el suelo y los recursos naturales, así como las limitaciones de movilidad y acceso a energía, servicios adecuados, entre otros, que tienen un impacto negativo para las ciudades. No debemos olvidar que en la mayoría de los modos de desarrollo urbano han optado por la utilización del coche, como elemento prioritario en detrimento de las personas.
Ante ello, la ONU alerta de la reducción del espacio público en las ciudades. Solo un 37% del crecimiento de las urbes se hace de forma planificada. Reflexionar sobre espacios públicos ONU- Habitat y su trabajo en planificación y diseño urbano es apoyar procesos de formulación de políticas urbanas. La calidad de vida en las ciudades, entendidas como espacio de cohesión social, es cada vez peor. El espacio público tiene cada vez menos peso en las urbes que están en expansión, apenas el 21% del total de la superficie, según ha alertado la agencia Hábitat de Naciones Unidas” durante la conferencia temática de “Hábital III” sobre Espacio Público.
Hábitat III será, sin duda alguna, el gran debate sobre la urbanización mundial de los últimos veinte años, teniendo en cuenta que asistimos a un momento en la historia de la humanidad sin precedentes donde el crecimiento exponencial de la población en y hacia las ciudades se ha convertido en una tendencia global de gran actualidad. Ante este gran desafío, el objetivo de Hábitat III es alentar un debate político y social que mejore sustancialmente la urbanización mundial que se practica ahora, ya que los actuales modelos son claramente deficientes en términos de sostenibilidad económica, social y ambiental.
En ONU-Hábitat, la agencia especializada de la ONU en desarrollo urbano sostenible, está trabajando con varios equipos a nivel mundial para medir el espacio público de 200 ciudades, con un análisis científico innovador en la historia de la urbanización. La urbanización son leyes y reglamentos: por tanto, política, que necesita del consenso entre diferentes y para ello hay que ser tolerantes en una innovación abierta a la innovación, la conciencia colectiva, la reesilencia y la inclusión de la población.