Introducción
Íñigo Molero, lleva muchos años dedicado a fomentar el conocimiento y desarrollo de la comunidad Blockchain en España. Miembro de Blockchain España y la Alianza Blockchain Iberoamericana, es también coautor del libro “Blockchain, la revolución industrial de Internet” (2017).
Artículo
La reciente colaboración anunciada entre un reconocido proyecto blockchain de impacto social y un conocido establecimiento madrileño, referente en café de especialidad, ha propiciado el nacimiento de la primera “Firma Crypto-Ética” del ecosistema.
Pero antes de llegar a la explicación de este nuevo término acuñado, tendremos que realizar una breve descripción de los protagonistas de este original anuncio. Por un lado, tenemos a EthicHub, una empresa social nativa de la tecnología blockchain, que opera una plataforma P2P para proporcionar financiación global, barata y accesible a pequeños productores desbancarizados. Actualmente, comunidades repartidas entre México, Brasil, Honduras, Ecuador o Perú, se benefician de su solución tecnológica. En este ecosistema colaborativo, todos los actores involucrados ganan con la relación. El agricultor recibe capital de trabajo a tipos muchos más baratos que en la actualidad, y los inversores rentabilidades anuales en torno al 8%. EthicHub lleva en el ecosistema desde 2017 y en este tiempo su labor ha sido reconocida y premiada a nivel nacional e internacional con múltiples galardones. Como añadido, diremos que, además, posibilita la apertura de mercado internacionales a sus productores para que puedan recibir un mejor precio por sus cosechas. El café de los caficultores de EthicHub está presente en Europa, China, Canadá y EE.UU.
Y ha sido precisamente ese excelente café de especialidad que exportan sus caficultores, lo que nos permite presentar al otro protagonista de la historia: La Bicicleta Café. Con más de una década de vida, estos amantes del café de especialidad siempre han sido muy conscientes de la problemática de los pequeños productores. Así que “algo” operó en ellos cuando descubrieron la propuesta completa de EthicHub y entendieron cómo utilizaban las cryptomonedas para favorecer a “una industria pequeña pero con empuje, y exactamente donde más se necesita: en los pequeños productores”. Así lo explica Quique Arias, responsable de La Bicicleta Café. Y tras ese primer encuentro y “después de algunos meses de charlas muy amenas, pruebas con la tecnología y algún proto piloto ilusionante”, la Bicicleta Café se ha transformado en la primera “Firma Crypto-Ética” en el ecosistema de EthicHub. Según lo anunciado, La Bicicleta Café aceptará el Ethix -token de EthicHub- en su establecimiento como medio de pago. Pero no solo eso. El compromiso inicial es destinar los Ethix obtenidos a reforzar el ecosistema de impacto social de EthicHub y, de esta forma, colaborar en el desarrollo socio económico de estos pequeños caficultores. ¿Cómo?
¿Qué funciones tiene el token Ethix en el ecosistema de EthicHub?
Ahora, merece la pena una breve explicación del token Ethix y su importancia en el ecosistema de EthicHub. En torno al token Ethix, EthicHub ha diseñado la figura del “Colateral Colectivo”, que opera en beneficio de los agricultores y un “Sistema de Compensación”, que otorga más tranquilidad a los inversores de los proyectos de los agricultores. En el primer caso, los agricultores que quieran solicitar financiación en la plataforma han de lograr un colateral por la misma cuantía de la línea de crédito solicitada. En realidad, ellos solo aportan un 20% del total. El otro 20% es responsabilidad del hub auditor y el 60% restante deben aportarlo los ethixholder. Logrado el objetivo final, todos estos ethix se bloquean durante el periodo de tiempo de los préstamos. Si los agricultores no son capaces de cumplir con sus compromisos, todos los Ethix del colateral colectivo se liquidan en favor de los inversores que así, a pesar del impago, reciben el principal más los intereses. Si los agricultores pagan, los ethixholders que han participado del mismo podrán retirarlos, junto a una rentabilidad, también en Ethix, en recompensa por el riesgo asumido. Con este sistema, cualquier persona puede materializar su confianza en los agricultores de EthicHub con un puñado de Ethix.
El “Sistema de Compensación” es una capa extra de seguridad. Como decimos, en caso de impago se liquidaría el colateral colectivo de los agricultores, pero si aún así no fuera suficiente para compensar a los inversores, es cuando se tomarían los Ethix necesarios de este sistema para cumplir con los pagos a los inversores. De cada proyecto subido a la plataforma, un 4% se destina a comprar Ethix en el mercado para nutrir el “Sistema de Compensación”, y como EthicHub mantiene impagos en torno al 1%, en ese sistema hoy hay más Ethix de los que había en su inauguración.
La “Firma Crypto-Ética” como optimización del concepto tradicional de RSC
Para poner un poco de contexto para comparar, ahora vamos a apuntar una definición ortodoxa de RSC o Responsabilidad Social Empresarial, como lo denominan en un documento publicado en 2011 por la Comisión Europea, (‘Estrategia renovada de la UE sobre la responsabilidad social de las empresas‘). Ahí se apunta a “la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad”, y se apuesta por una nueva conciencia social en las iniciativas empresariales, donde los intereses de otros grupos de afectados por la actividad desarrollada sean también tenidos en cuenta a la hora de adoptar decisiones. En definitiva, asistimos a una propuesta para maximizar la creación de valor compartido, pero ya no sólo con los accionistas de protagonistas. Ahora, otras partes afectadas en la actividad empresarial y la sociedad en general deberían ser consideradas.
Pero no siempre es fácil alinear los intereses de todos los actores involucrados. Sobre todo si los incentivos no están plenamente alineados. Sin embargo, una “Firma Crypto-Ética” como La Bicicleta Café, tiene en la tecnología una herramienta con la que materializar sus decisiones con la utilidad que encuentra en los tokens de EthicHub. Y de esta forma está plenamente comprometida en el ecosistema de Ethichub, aportando un incalculable valor con su gesto. Especialmente a los pequeños caficultores que cultivan el café que se puede degustar en su establecimiento. Por un lado está colaborando en facilitar la incorporación de nuevos agricultores a la plataforma de EthicHub, materializando su confianza en ellos a través de la figura del Colateral Colectivo. Actualmente participa en dos, en favor de los caficultores de Anepaan y más recientemente avalando a la SPR “Cosechando Riqueza”. Ambas localizadas en México. Y además, también refuerza el Sistema de Compensación para transmitir su confianza en el proyecto a futuros posibles inversores. Los Ethix los obtienen dando una excelente utilidad a los ethichubbers que poseen tokens, porque aceptan Ethix como medio de pago en su establecimiento. A una “Firma Crypto-Ética” como La Bicicleta hay que darle toda la credibilidad que se merece en sus manifestaciones. Pero no porque nos lo cuente. Porque todos nosotros tenemos acceso a su dirección pública y podemos constatar lo dicho, curioseando en un explorador de bloques. En el artículo que enlazo al principio, y que ha inspirado este texto, se puede encontrar la dirección pública por si alguien quiere confirmarlo. Pero tengan en cuenta que hablamos de la Blockchain de CELO.
No solo la transparencia es un extraordinario valor a este tipo de colaboraciones en el ecosistema Blockchain. Más allá del carácter público, también es interesante el carácter abierto de la tecnología. El ejemplo de La Bicicleta es perfectamente replicable y no solo por grandes empresas cotizadas en las bolsas de valores, también por medianos o pequeños emprendimientos con conciencia social. Incluso trabajadores por cuenta propia tienen la opción de contribuir de forma fácil y sencilla en la iniciativa social que más le seduzca en el ecosistema crypto. O asociaciones o comunidades crypto, pensando un poco más allá. Y, en todos los casos, siempre en la medida de sus posibilidades y sin necesidad de que el gesto tenga una intención altruista. Porque esta es otra novedad interesante de la iniciativa que merece la pena resaltar. Nada impide que el indudable valor que ahora aporta La Bicicleta Café al ecosistema de EthicHub pueda revertirse en un momento dado y sea el propio ecosistema quien devuelva ese valor multiplicado a las sucesivas “Firmas Crypto-Éticas” que participan.
El anuncio de EthicHub inaugura en su ecosistema una interesante propuesta de valor que podrían replicar muchos otros proyectos crypto vinculados al ecosistema de Finanzas Regenerativas (ReFi). Y finalizamos con otro componente añadido que no hay que pasar por alto; puede propiciar la incorporación de nuevos actores al ecosistema que, hasta ahora, han permanecido totalmente ajenos por muy distintos motivos. Ése ha sido el caso de La Bicicleta Café. Lo único que ahora se necesita para participar y convertirte en una “Firma Crypto-Ética” es precisamente eso, un poco de interés y curiosidad para aprender a realizar una firma criptográfica, sobre una cadena de bloques.
De esta forma es como decides contribuir con ese proyecto con el que te identificas completamente y quieres colaborar y ser parte de lo que se está construyendo. Ahora solo necesitas un puñado de tokens para manifestarte publicamente como un activista comprometido.